lunes, 8 de diciembre de 2008

Delirios en el mar




En una alfombra sobre el agua celebraban una cena tres chinos vestidos de amarillo. El más alto llevaba turbante y un ojo de vidrio opaco. El más viejo andaba descalzo y hablaba un perfecto italiano. El otro chino, que no era ni el más alto ni el más viejo, sacudía la cabeza para acomodas sus ideas y sus piojos.
Los tres cenaron a la luz del sol, los tres se rieron al pelar cebolla, los tres cantaron canciones al revés.
Ninguno sabía que corno hacía ahí.