jueves, 30 de agosto de 2012

Close your eyes have no fear

Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
  
Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy

Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy

Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy

Beautiful
Beautiful beautiful
Beautiful boy
  

martes, 28 de agosto de 2012

estos días estos

Hasta que se me caen las llaves en el hueco del ascensor y las escucho bajar los seis pisos y estrolarse contra el suelo.
Puteo
Reputeo
Pero ya está.


En el baño hay una libélula-hormiga. Se mojó y se está muriendo.
La intento salvar.
De verdad.
Pero se termina muriendo igual.


sábado, 18 de agosto de 2012

relectura del diario íntimo




 Querido diario:
tengo una bronca 
todos mis companeros y entre ellos mauro van a ir al cine a ver "Scrim 3" pero yo no quiero ir porque me cago toda, y para sufrir no voy a ir. Ademas me molesta por hacerse los cancheros van a ir a ver una peli re fea, todos incluyendo a mauro y a estefi.
Son unos tarados se creen adolecentes. de mi parte ballanse a la mierda

María.


¿Encuentros con desconocidos III ?

Es un papel blanco, cuadrado.
Arriba un nombre y un teléfono.
Abajo otro nombre y otro teléfono.

Sandra #####

Guillermina #####


Pienso en las Sandras que conozco, pienso en las Guillerminas.
Quiero alguien grande, que me diga cosas como: bueno pará pará. Se saque los anteojos y me mire con esas caras de bueno bueno bueno.
Sandra es más grande que Guillermina. Tiene que ser.

La llamo, pero el número solicitado no corresponde.
La llamo -otra vez- pero el número sigue no correspondiendo.

No se que hacer, pasan como tres días.

La llamo de nuevo y me atienden.
Edificio.
1 A.
10.40 am.
listo.
chau.


A veces las Sandras no son como las pensamos y las Guillerminas que no conocemos son como queremos que sea la Sandra que terminó siendo una clásica Guillermina.

miércoles, 15 de agosto de 2012

amanecí cantando

TEN PIEDAD NO SEAS ASÍ


NO LE DES PATADAS A LOS LOCOS

martes, 14 de agosto de 2012

Velha Infancia

Ayer a la noche no me podía dormir, y en eso estaba cuando me acordé de algo que hacía mucho cuando era chica.
Se ve que tenía mucho miedo de perder la memoria...
Yo no sé si era producto de una sobredosis de un carrusel de niños/ un carrusel de amor..o el fanatismo desmedido por chiquititas, no sabremos nunca.
La cuestión es que todos los días me hacía una auto-prueba a ver si había perdido o no la memoria. 
El examen consistía en nombrar una serie de datos, algunos desconocidos y otros no tanto que en un orden específico me iban a determinar a mi y solo a mí si es que me había agarrado un alzheimer prematuro.
Lo que me acuerdo empezaba así:
Mirta Legrand
Sargento Cabral 54
Sedentarios son los que se quedan, nómades los que se van
Eduardo, Fabián, Alfredo y María.
Y después tengo otras ideas pero creo que las inventé ya de grande. Generalmente me obligaba a repetir este estudio neurológico en las propagandas, mientras sufría en silencio la desdicha de Cirilo por el constante rechazo de la concheta de María Joaquina.




viernes, 10 de agosto de 2012

Página 306


Aureliano Segundo volvió a entregarse a ella con la fogosidad de la adolescencia, como antes, cuando Petra Cotes no lo quería por ser él sino porque lo confundía con su hermano gemelo, y acostándose con ambos al mismo tiempo pensaba que Dios le había deparado la fortuna de tener un hombre que hacía el amor como si fueran dos. Era tan apremiante la pasión restaurada, que en más de una ocasión se miraron a los ojos cuando se disponían a comer, y sin decirse nada taparon los platos y se fueron a morirse de hambre y de amor en el dormitorio.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Encuentros con desconocidos II

Una vez, en vacaciones de invierno, viajamos con mis viejos y mi hermano a Mar del Plata. Yo tendría diez años y Lautaro 5, algo así. No me acuerdo mucho de esas vacaciones, es más dudo que no haya sido en Villa Gessel o Gesell o como quieras. Sé que hizo frío, y que salíamos a comer por ahí, digamos que lo de siempre. Pero hay algo que nunca me pude sacar de la cabeza. 
Una noche después o antes de ir a comer mis viejos nos llevaron a Sacoa. Con Lau estabamos emocionadísimos y me acuerdo que nos compraron una tarjeta a cada uno y nos pusieron plata para que juguemos a lo que queríamos. 
El primer juego que elegí era de ese que tenés que pegarle a unas cucarachas y que van sacando la cabeza, o todo el cuerpo, y vos tenés que darle con la mano y te ponés nervioso y después te duele la mano. Bueno, ese. La cosa es que cuando estaba empezando a jugar llegaron dos hermanos, una chica y un chico tendrían uno o dos años más que yo y me preguntaron si podían jugar conmigo. Yo les dije que sí y jugamos los tres.
Cuando las cucarachas ya no salieron más la maquinita vomitó unos cuponsitos naranjas, vos los cambiabas después por cosas, yo quería siempre un rompecabezas pero me alcanzaba  o para gomitas o yumi.
Agarré la tirita naranja y fuimos con mi hermano y la pareja amiga a jugar al de lanzar la pelota de basquet. Tirabamos una vez cada uno y nos reíamos, la pasamos re bien. Mi hermano se divertía aunque nunca embocaba y yo me divertía también y tampoco embocaba, el chico era bastante bueno, la nena no se.
Jugamos a más cosas que no me acuerdo hasta que la plata de las dos tarjetas se acabó y yo conté los cuponcitos para ir a comprobar que no me alcanzaba para el rompecabezas. En un momento me acerqué a la chica y le pregunté porqué ella no tenía cuponcitos.

- Es que nosotros jugamos por divertirnos y por jugar, no por los cuponcitos- me contestó.

Me mató. Me nubló la cabeza de diez años, de nena caprichosa de que se yo. Primero pensé que me había usado, que habíamos sido amigas todo el día pero había usado mi tarjeta. La odié quería que se fuera ya. Después me dio envidia, me dio tanta envidia de que la tuviera tan clara, tanta envidia me agarró que nunca le conté esto a nadie. 




lunes, 6 de agosto de 2012

Encuentros con desconocidos I

Yo había subido en diagonal 79 allá cerca de periodismo y estaba sumergida en Macondo. Pensaba que si recordar es volver a pasar por el corazón, releer debe ser volver a pasar por la cabeza. Pensaba que me gusta más cuando habla de amor que cuando habla de guerra...
Un señor con perfume esos de aqua no se qué se sentó al lado mío y como era muy grandote yo tuve que cerrar las piernas más que siempre.
Es que tengo un problema cuando viajo, los pies no pueden tocar el suelo. Lo que hago para evitarlo es trabar las rodillas con el asiento de adelante y quedar como estancada o trabada, con un hueco entre la espalda y el asiento.
No vi como, pero el 214 se empezó a vaciar y entonces ahí creo que por uno y cincuentaypico se sentó al lado mío un chico que yo tampoco vi. Digamos que no le vi la cara pero si le vi la campera roja. 
Como yo estaba en mi posición de viajar-leer  tenía las piernas contaminando su espacio de pasajero regular; y yo no se si fue el aire a azhares que salía del libro, las flores amarillas que se acumulaban en el piso o quizás la relación entre amaranta y josé arcadio, no sé que fue pero me empecé a poner muy nerviosa.
Se me empezó a llenar de humedad el cuello y la parte de abajo de piel donde tocaba la bufanda, y me empecé a incorporar para no tocar a esa campera roja. Leía y no leía, pero no podía dejar de leer, pero no me animaba a mirar a la cara al Aureliano que tenía al lado. Rogaba que se bajara antes que yo, este es de los que se bajan en la estación, es de los de la estación...

pero no se bajó ni ahí ni después.

sábado, 4 de agosto de 2012

Filosofía Lescanera


  

Tú, no eres como yo
como yo te buscaba
como te necesitaba
por eso es que tú, no
no vas a ser para mí
por eso es que vos, caretón
no vas a ser para mí

miércoles, 1 de agosto de 2012

18

los dieciocho de mi hermano arriba del renault dieciocho de mi mamá