viernes, 23 de diciembre de 2011

esperar y divagar

Mientras espero para irme a Bolívar a pasar otra navidad más, pienso.

Creo que lo que más me gusta de los palmitos es que cuando los mordés tienen una textura única, como si un chocolate blanco en rama se derritiera pero con forma de raíz.

En el edificio no queda nadie, sólo la del séptimo y su mamá que vive en el segundo. Ahora entiendo todo, las visitas al segundo y la puerta abierta. La del séptimo es enfermera, y también cuida a su mamá.

El martes tuve la primer reunión de consorcio de mi vida. No estuvo tan mal.

En la heladera hay dos empanadas mordidas.

Ayer lo que más me gustó fue la parte de poner shampoo y resbalar con las manos espalda. Más que la sandía.

Estoy planeando algo, si me sale va a ser genial, pero si no me sale: ni sé.

Soy amiga de Juan y Luis del cyber, Luis me dijo de ser la novia de Juan, pero yo no quiero.

Vi "como agua para chocolate" y nacha me hizo acordar a pata.

Ayer o antes de ayer, fui a leer a plaza paso mientras abrían los chinos. Y cómo no tenía otra cosa marqué con pastitos las páginas que me gustaban. El libro no es mío y si a mi no me gusta que le doblen la página, no lo voy a andar haciendo. El tema es que no puedo encontrar los pastitos.


Listo

animados un año más