miércoles, 20 de noviembre de 2013

Walter

Me acaban de avisar que encontraron muerto a un compañero de trabajo
Es rarísimo lo que me pasa, hace mucho que no se moría alguien que veo todos los días
Inmediatamente mi cabeza fue al día que empecé a salir al aire, yo le dije que me hacía caca encima y Walter no paró de reirse en todo el noticiero.
No puedo no pensar su panza tirante, su andar chueco, su remera del león o la otra negra que tenía puesta el lunes...
No sé bien que es esto así de enterarse así, o como pensarlo a Walter
" Lo encontraron muerto", esconde que estaba solo, esconde que algo le pasó y que nadie lo ayudo
Me acuerdo el día que Moni me contó que los dedos de Walter sonaban a madera. Yo le insistí tanto que hizo su gracia y todos nos reímos
Hace una semana nos peleamos por una pavada, el me corrió la silla y yo me caí. Moni me dijo que le ponga un freno porque a veces Walter se da cuenta.
No quiero que hayamos estado peleados ahora...
Walter ceba mates horribles y pone películas viejas mientras está el noticiero. Hace poco se había cortado el pelo y venía con una camisa verde fosforescente. Con Malvi le decíamos que parecía el cantante de los palmeras.
El lunes, cuando nos íbamos, Malvina le pidió que vaya a buscar su pen al piso. Y Walter fue, así medio rengueando pero no renegando. Así porque sí, solo porque se lo habían pedido.
Me duele no ver más a Walter
Esto es lo primero que me salió
y siento que si no lo ponía me iba a quedar la idea de Walter entre la cabeza y la garganta...



jueves, 7 de noviembre de 2013

Vecina

Acabo de pedirle prestada la flanera a la vecina.
Es la primera vez que hago flan casero, lo que pasa es que me regalaron huevos de campo.
No se como se llama la vecina, sé que alguna vez lo supe pero me lo olvidé.
Es algo como Nelly o Beatriz.
Yo le digo la Señora del Séptimo
Las cosas con la Señora del Séptimo no arrancaron bien...
En el 2010 cuando me mudé con el Yeti teníamos una heladera Siam que hacía mucho ruido
Le decíamos la "come enanos", porque hacía tal quilombo que parecía que tenía un enano adentro.
La única forma de frenarla era golpearla tres veces de izquierda a derecha. Literal.
Nosotras con el Yeti ya nos habíamos acostumbrado a la comenanos porque lidiabamos con ella cada hora y media - que era cuando el enano se quejaba de adentro- pero la Señora del Séptimo un día se hartó.
Serían las 3 o 4 de la mañana cuando se prendió al timbre. Abrí yo.
- Mira nena yo tengo que hacer guardia y hace dos meses que no puedo dormir bien por el ruido que hace tu heladera, no puedo seguir así. Comprate otra.
- no tengo plata para comprarme otra.
- bueno hace lo que puedas pero resolvelo.

En realidad no sé si fue tan así la conversación, o ya la exageré poniendo a la Señora del Séptimo en el papel de la bruja más mala. Es más, si lo pienso bien creo que se parece bastante a la bruja del 71. Mirá que loco me acabo de dar cuenta.
La cosa es que durante un año la odié. Apenas nos saludabamos y viajábamos en el ascensor con un silencio fuerte, calladitas hasta el seis, ni un chau.

Hace poco, digamos un año, yo creo que me hice adulta. Ahí la empecé a saludar más seguido y a entender que la Señora no tenía la culpa de que yo sea una pendeja caprichosa con una Siam.
Sé que ella tiene a su mamá viviendo en el segundo piso y siempre van de un departamento al otro. Del dos al siete, y del siete al dos.
Almuerzan en uno y toman el té en el otro, no sé bien por qué...creo que para pasear.
La mamá anda con uno de esos carritos para viejos que no pueden caminar, entonces cuando se corta la luz ella es la que más sufre. O eso pienso yo.

Hace unos meses se rompió la "montante" de agua y hubo que hacer varias reuniones de consorcio. La Señora es dueña del siete y como mi abuelo no viene desde Bolivar, la representante del seis b soy yo. Hubo discusiones y peleas por precios, albañiles, cortes de agua y demases que terminaron con echar al administrador, que la verdad que a mi me caía bastante bien. Después me enteré que se había afanado la plata del arreglo y ahí me dejó de caer bien.
En una de esas reuniones odiosas de consorcio que siempre eran a las ocho de la noche, una de las horas más lindas del mundo para hacer de todo menos presenciar una reunión de consorcio, la Señora me sorprendió. Había que votar un representante del edificio y ella me eligió a mi. Dijo que yo siempre estaba y que podía representar a todos. En ese momento me enojé o me traté de hacer la boluda, porque lo que yo menos quería en todo el edificio era hacerme cargo de nada. Ahora pienso que capaz desde ese momento la Señora me había empezado a querer.

El olor a flan casero está empezando a invadir el living, y eso que le puse muy poco "vainillin".
Hace exactamente una hora subí los 18 o 23 escalones que me separan del piso siete y puse la oreja en la puerta. Siempre, siempre pero siempre, la Señora está viendo noticieros. Toqué el timbre y ella me miró por la mirilla, lo sé porque vi la sombra de su ojo en el circulito.

- Hola, ¿Cómo le va?... perdone que la moleste, lo que pasa es que quiero hacer un flan y no tengo flanera.
- Hola, mirá yo tengo la mía recién lavada. Yo también hice un flan. Te puedo prestar ésta o una más nueva que tengo...como quieras ¿Para cuántas personas es?
- mmm creo que cinco
- Bueno elegi la que más te guste

Yo elegí la más vieja, la recién usada y lavada por la Señora del Séptimo. No sé si ella se habrá dado cuenta, pero fue mi forma de decirle que la quiero. Y mañana cuando le devuelva el molde le voy a decir que mire mi noticiero y así ya vamos a ser vecinas del todo.