viernes, 28 de febrero de 2014

caer

A donde caeremos 
en el trabajo
en los proyectos
en la vivienda y el amor
caer y 
estabilizarte es lo más difícil dicen
yo sigo acá en el aire
hirviendo zapallo
y golpeándome el dedo derecho gordo
con un
martillo

martes, 25 de febrero de 2014

Geografía

El otro día me acordaba cuando mami me dejaba entrar con medias y bombacha a la bañadera.
No entiendo por qué esto era algo excepcional, debería haberme dejar hacerlo siempre...si total eso después se lava. Pero no me dejaba siempre y creo que eso le daba la magia.
Yo entraba primero con un pie y después con el otro. Eran medias azules supongamos. Ni bien se inmertían no se mojaban. Se quedaban secas abajo del agua hasta que de pronto plamf y ya empezaban a pesarme. Unas burbujitas mínimas salían de los dedos y se quedaban flotando cerca. Era como romper algo, ser alguien.
Lo de la bombacha lo sigo haciendo. Entrar a bañarme con la bombacha puesta. Sí.
Es que creo que quiero creer que voy a otra parte y de golpe me encontré abajo de la ducha. Como si me sorprendiera también el choque de agua.
Antes me bañaba y jugaba a la isla. 
Las partes de mi cuerpo que no estaban nada mojadas eran islas. Las contaba, las miraba bien y convivía con ellas hasta que las iba perdiendo en la inmensidad del mar. Hacía tanta fuerza que ya no eran blancas, sino marrones verdes y azules. Eran partes de mi que no eran yo, y cada vez que se iban al fondo yo también me iba un poco. Con ellas desaparecíamos.
Las tres islas principales eran las rodillas y ese espacio que está en el pecho entre las tetas.
Las rodillas, siempre se supo, son islas enemigas. Luchaban silenciosas guerras de inmersión a ver cual de las dos era la más débil, la más pesada o la más isla. El pecho, en cambio, era un punto final en el juego. Un país que -una vez conquistado por las orillas- se abría a ser comido y tragado por mareas hirviendo de agua y pis.



miércoles, 19 de febrero de 2014

Sacar

Me paso el jabón por las rodillas y me saco Buenos Aires
con el agua cayéndome por la cara y las manos que se estancan en mi ojos me limpio los dos micros 53 que no frenaron y el tren roca que se paró media hora
Me limpio las cuadras caminadas y el olor a mugre del pelo
No sé si quiero borrarme las marcas de Silvita 
ella se acercó sola y nos dijo " ustedes dos son lindos de cara, van a tener media docena de hijos...o mejor tengan siete que es el número de San Cayetano y así nunca les va a faltar trabajo, yo conozco a una mujer que le pasó"


lunes, 17 de febrero de 2014

Volver


Me molesta la gente que le dice queso cremoso al queso mantecoso
tengo tanto que decir que solo puedo escribir esto